Fantasmada. Al comienzo vemos a un tipo que corre y salta un montón y tiene una puntería tremenda. Luego vemos a otro que manda balas con efecto desde la casa de Cristo acertando de lleno en un objetivo a años luz, en fin... pero por lo menos entretiene que es el objetivo. La película está plagada de efectos especiales y escenas de acción, algo que le gusta mucho al director, Timur Bekmambetov, que obtuvo mucho éxito con "Guardianes de la Noche" y "Guardianes del Día". El éxito en éstas películas de origen ruso fueron las que le catapultaron a dirigir cine en Hollywood.
El protagonista de la historia es el escocés James McAvoy, que interpreta a Wesley Allan Gibson, un joven sin espíritu que trabaja de contable y que un día descubre que su padre, que lo abandonó siendo un niño, era un asesino, pero un asesino de los buenos..., y resulta que lo ha matado un traidor que trabajaba para la misma organización de la que formaba parte su padre. Entonces Wesley decide unirse a ellos para cazar al asesino. Pero antes de ir a por el, deberá ser entrenado, ya que en él se encuentra oculto un talento especial que intentarán que salga a la luz. Para ello contará con la ayuda de Fox (Angelina Jolie) y Sloan (Morgan Freeman). Durante toda la película veremos lo mismo, acción y efectos especiales, y a Angelina Jolie por supuesto... Lo peor llega cuando nos cuentan la patética y absurda explicación de la organización para matar a la gente, además de giros de trama rebuscados y un final un poco estúpido. Respecto a los personajes, me ha gustado la interpretación de McAvoy. A Angelina Jolie le van como anillo al dedo estos papeles de acción con coches y ésta no iba a ser una excepción. De Morgan Freeman no se puede decir mucho porque apenas aparece. En resumen, una entretenida fantasmada.
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