Una verdadera obra maestra, realmente conmovedora, llena de vida y muy divertida. Otro gran trabajo de Alexander Payne, que ya había dirigido la estupenda 'Los descendientes' con mucho éxito. Quizás el hecho de que se haya rodado en blanco y negro espante a algunos, pero en realidad es otra de las características de esta película que hay que valorar positivamente. Es una de las nominadas a Mejor Película en los próximos premios Oscar, y aunque probablemente no se lo lleve se lo merece, aunque claro, compite con otras grandísimas películas como son El lobo de Wall Street, 12 años de esclavitud, Dallas Buyers Club o Gravity entre otras, y en realidad podría ganarlo cualquiera de ellas. 2013 fué un gran año para el cine dramático.
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