Matías es un juez de línea. Prometió a su madre en el lecho de muerte que nunca mentiría. Cuando arbitra un partido de la selección nacional española y ésta comete penalti, no le queda otro remedio que ser fiel a su promesa y pitarlo. Por culpa de ello España no se clasifica para el mundial y Matías se ve obligado a huir para que no le linchen. Acaba refugiándose en un pueblo de la costa de Galicia en el que todos se dedican al contrabando...
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