Santutxu, 1974. Franco todavía está vivo y Asier (Bingen Elorza) crece en mitad de un oxidado barrio industrial de Bilbao. Asier es daltónico, pero aun así se propone hacer un retrato de la chica de la que está enamorado. Podría recurrir a la ayuda de su padre, el pintor Andrés. Sin embargo, Asier prefiere la compañía de su hermano Mateo, que acepta a cambio de dinero. Pero entonces Mateo tiene que irse a la mili, a Melilla, y Asier debe conformarse con la máquina de pintar nubes...
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