Me ha encantado volver a ver a Sarah Lancaster, que interpretaba a la hermana de Chuck en la serie homónima. Sigue tan guapa como siempre, y aunque su interpretación no haya sido de las mejores hace un papel aceptable como protagonista de la película. Sí me ha gustado el papel del pastor. Respecto a la dirección de Michelle Mower, decir que es un poco torpe, pero se lo perdonamos porque es uno de sus primeros largometrajes. No mide bien los tiempos de clímax y nos muestra acciones inverosímiles de la protagonista. La música quizás no es adecuada del todo y resta algo tensión a los momentos que realmente necesitaban otras melodías. Un thriller que podría haber sido mejor con alguien con más experiencia detrás de las cámaras, pero aún así resulta aceptable para pasar el rato en la sobremesa.
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