Ang Lee es un gran director. Y los grandes directores hacen grandes películas. En este caso, tenemos una película extraordinaria que desarrolla a los personajes, añade intensidad a la trama, explica todo lo que vemos de manera satisfactoria, cuenta con grandes actores y se atreve a utilizar la estética de los cómics para que disfrutemos de la experiencia. Tal vez el villano podría haber sido mejor, pero en cierto sentido, es más un viaje interior del protagonista (tiene problemas con su padre, problemas con su novia, problemas con un posible suegro y problemas con un competidor sentimental), pero en cualquier caso, no deja de tener coraje. Es una buena película y, lamentablemente, Marvel no se ha atrevido a hacer buen cine con sus personajes al invitar a directores reconocidos. Es una lástima.
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