Un verdadero peliculón. Me ha encantado, y eso que Ben Affleck no es santo de mi devoción. Un ejemplo de cómo hacer una buena película de suspense, y todo de la mano de un David Fincher que nos vuelve a recordar que es uno de los mejores directores. Una verdadera otra obra maestra que para mí, hasta ahora es la mejor película en lo que va de año, con un guión adaptado de la novela de Gillian Flynn.
Las actuaciones son muy buenas, pero Rosamund Pike merece una mención especial, está absolutamente increíble, y debe ser una de las nominadas al Oscar sí o sí. En serio, no os la perdáis, este es el Fincher de El club de la lucha y el de Seven. No hagáis caso a la larga duración de la película porque se os pasará volando y no querréis quitar los ojos de la pantalla en ningún momento.
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