John Constantine tiene un don que no desea, la capacidad de reconocer a los ángeles y a los demonios híbridos que andan por la Tierra bajo un aspecto humano. Y ahora está armado con un único propósito: enviar a los esbirros del diablo de vuelta a las profundidades del infierno.
Constantine vigila la ciudad de Los Angeles donde el límite del mundo de los espíritus y los hombres se ha roto, y los demonios han cruzado la frontera del infierno. Armado con agua bendita, una pistola con forma de crucifijo y con la ayuda de una intrépida policía (Rachel Weisz), Constantine se enfrenta a una batalla apocalíptica...
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