Basada en hechos reales, la película nos narra una historia sobre los límites de la obediencia a la autoridad. Sandra (Ann Dowd) es la gerente de un restaurante de comida rápida. La adolescente Becky (Dreama Walker) es un ama de casa que necesita desesperadamente un empleo. Un día de gran tensión, con muchos clientes, un oficial de polícia llama al restaurante y acusa a Becky de robar dinero de la cartera de un cliente. Ella lo niega con vehemencia.
Sandra obedece las órdenes del agente, detiene a Becky y comienza una investigación en base a las indicaciones que va recibiendo por teléfono. Esta decisión inicia una pesadilla en la que las líneas entre la prudencia, la legalidad y el sentido común se confunden de forma trágica...
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