1921. Moscú. Han pasado cuatro años desde el éxito de la revolución bolchevique. Los comunistas van depurando sin piedad a nobles y burgueses. Llevan a un tribunal (por llamarlo de algún modo) al conde Alexander Rostov. Salvado por un poema que parece haber escrito, es condenado a recluirse en el lujoso hotel donde reside desde hace cuatro años. Eso sí, le dejan claro que si pone un pie en la calle será ejecutado. Un comisario político implacable se encargará de vigilarle...
Las imágenes y videos expuestos son proporcionados por las productoras / distribuidoras y de aportes de nuestros usuarios. Si con la exhibición de alguna de las imágenes o videos estamos violando algún derecho de copyright procederemos a su eliminación en cuanto se nos comunique.
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia de navegación, publicar anuncios y contenidos personalizados y analizar el tráfico en el sitio web. Al hacer clic en "Aceptar" autorizas el uso de estas cookies. Leer más