No es una mala serie, la actuación y el reparto son fantásticos y se cuenta una historia interesante. Pero está enterrado bajo tantas capas de estilos cinematográficos no coincidentes, música alegre y paletas de colores desvaídas que el efecto fue como una mezcla confusa de distintos estilos cinematográficos como el expresionismo, el cine negro y el posmodernismo. Cada uno de estos estilos es genial por sí solo, y tal vez se esté formando un nuevo género televisivo durante la realización de The Regime. Es prometedor, es audaz, pero en última instancia me distrajo demasiado como para perderme en la narrativa.
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