Serrines acude a una entrega de premios. Allí se da cuenta de que su larga carrera le ha procurado fama y dinero, pero echa en falta algo que otros actores han conseguido y él no: el prestigio.
En su intento por impresionar a Sandra, una atractiva reportera, Serrines acude a una carrera solidaria. Mientras tanto, Henar, su sobrina y nueva representante, se afana en encontrar un papel digno para Serrines.
Un problemilla con Hacienda hace que los planes de Serrines, para conseguir prestigio a toda costa, pasen a un segundo plano. Ahora necesita dinero imperiosamente.
La relación de Serrines y Sandra sufre un traspiés cuando la reportera le pilla en una pequeña mentirijilla que a ella no le parece tan pequeña. Roque ayuda a Serrines a conseguir citas con varias mujeres a través de una app.
Serrines debe conseguir bajar de peso para hacerse con un papel que le reportará ingentes cantidades de dinero. La dieta hace que esté más malhumorado de lo normal y acaba por tener un ataque de ira.
Serrines se siente traicionado por su mejor amigo y por su representante. Además, tiene un grave enfrentamiento con el director de la película que iba a poner fin a sus problemas económicos.
Parece que las cosas van bien con Sandra y Serrines se hace ilusiones cuando consigue una cita con ella. Henar acompaña a Serrines a hacerse una prueba médica y los dos se reconcilian.
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