Una sci-fi ligera y muy disfrutable, con ritmo ágil, capítulos cortos y un protagonista carismático: un robot de seguridad que ha “desactivado” sus limitaciones y solo quiere que lo dejen en paz… para ver culebrones. El humor seco de Alexander Skarsgård funciona de maravilla y sostiene la serie incluso cuando la aventura es más sencilla de lo esperado. La producción de Apple TV+ luce impecable y la adaptación respeta el espíritu de las novelas de Martha Wells: identidad, libertad y la incomodidad de tratar con humanos sin perder la ironía. ¿Pegas? A veces los secundarios quedan algo planos y los villanos corporativos son de manual, lo que rebaja la tensión. Aun así, entra sola y ha conectado bien con crítica y público. Si buscas ciencia ficción accesible, con corazón y socarronería, es una apuesta segura.
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