Elsa, una adolescente anoréxica, intenta acabar con su vida. Pero antes llama a la persona que más quiere y odia en ese momento: Marian, su madre. La atípica intervención de una atípica pediatra, Olivia, impedirá el suicidio e iniciará una guerra entre las dos mujeres por dirigir la curación de la niña.
El despertar de Andy coge a todos por sorpresa. Luisa teme que no resista el mayor desafío: enfrentarse a un mundo que ha seguido dando vueltas sin esperarle. Marian abandona su trabajo para dedicarse por completo a su hija, pero Olivia no se lo pone fácil.
Marian se resiste a dejar en manos de Olivia la curación de su hija. Elsa aprovecha para convencer a su madre de que la saque del hospital y verse con alguien. Mientras, Luisa descubre el lado amargo del despertar de su hijo y Natalia teme perder a su hijo, pero Nasser tiene miedo de perder a su mujer.
Marian descubre que sin Elsa su vida está vacía. Alba, harta de cómo la trata su hermana Juani, va al hospital con la esperanza de que Olivia la acoja en su casa. Pero una apendicitis hará que los secretos familiares vuelen por los aires.
Carmen, una poderosa ejecutiva, se siente completamente desvalida cuando diagnostican un cáncer a Duna, su malcriada hija adolescente. Olivia devuelve a Elsa a la planta de pediatría. Lejos de relajarse, Marian vuelve a ser la madre controladora que fue.
Marian vive con preocupación el primer amor de Elsa con Andy mientras paralelamente ve como Víctor intenta conquistarla. Duna decide montar una pequeña fiesta antes de empezar la quimio, para despedirse de su “vida normal”. Antonio se vuelve al pueblo y Luisa decide alejarse un tiempo de los hombres.
Duna acusa a Andy de haberla agredido sexualmente aunque no tiene pruebas. El largo historial de mentiras de Duna merma su credibilidad. Solo su madre, Carmen, parece creerla ciegamente. Luisa se niega a creer que su hijo haya sido capaz de hacer algo así y le defiende con uñas y dientes.
Marian recibe la visita de su madre Cata, a quien hace años que no ve. La presencia de su abuela revoluciona la vida de Elsa y altera la de Marian dejando aflorar viejos conflictos. Luisa rompe definitivamente con Antonio, sin embargo su recién conseguida libertad provoca el distanciamiento de Julio.
Eloy, un adolescente con neurofibromatosis, vuelve a ingresar por un tumor cerebral. Su madre, Esmeralda, busca una segunda opinión. Desgraciadamente Olivia confirma el diagnóstico: le queda poco tiempo. Esmeralda no sabe como darle la noticia a su hijo.
Chema lucha por tomar las riendas de la curación de Elsa al descubrir que él es una parte importante en el problema de su hija. Pero Elsa no está dispuesta a ponérselo fácil, hasta que lleva a Chema al límite… sin prever las consecuencias.
Marian y Chema deciden separarse formalmente. La cuestión más importante es decidir con quién vivirá su hija. Elsa se reencuentra con Eloy y descubre que el tiempo se acaba para su amigo. El chico le pide un regalo de despedida: que se acueste con él.
Elsa, Andy, Duna y Eloy ultiman los detallas de su escapada a la playa, la salida es inminente. Por su parte, Olivia, harta de no arriesgar en su vida, propone a Simón irse a vivir juntos en un intento de tomar las riendas de su relación y apostar por ella.
Las madres y padres esperan la llegada de las ambulancias tras el accidente sufrido por los jóvenes la noche anterior. Todos rezan para que el fallecido no sea su hijo. Esmeralda confiesa que fue ella quien enseñó a conducir a Elsa. Nadie puede entenderlo, ni siquiera Carmen.
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