A pesar de los sinsabores, Isabel y Fernando deben permanecer unidos si quieren ganar la guerra y ratificarse como monarcas de Castilla. Mientras Fernando y sus tropas luchan para derrotar a los rebeldes, Isabel gobierna. Se propone ser una reina justa, pero no resulta fácil: el pueblo está hambriento y los desmanes están a la orden del día. Isabel siente en propia piel el odio de su pueblo hacia los judíos. A la invasión portuguesa, alentada por los nobles rebeldes, se suma la amenaza de que Francia invada Castilla y una sus fuerzas a los 'juanistas'. La victoria depende de quién domine la ciudad de Burgos. Fernando inicia el asedio, pero tiene las horas contadas para hacerse con la plaza...
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia de navegación, publicar anuncios y contenidos personalizados y analizar el tráfico en el sitio web. Al hacer clic en "Aceptar" autorizas el uso de estas cookies. Leer más