Miguel se topa con un antiguo amor en el hotel; después, conoce a un huésped con un apellido peculiar y un tatuaje aún más extraño que despierta en él la fiebre del oro.
La banda cambia de plan cuando las cosas se tuercen para Miguel. Con la policía tras ellos, Miguel y Wilson reclutan a una nueva socia y corren hacia el cenote.
Miguel se enfrenta a un destino aciago. Y aunque los cachivaches de Lucas y la idea e Lilí resultan ser muy útiles, les aguarda un enfrentamiento explosivo. Literalmente.
Tras salvarse gracias a Lilí, la banda sopesa dividirse, pero una amenaza inminente vuelve a unirlos. Juan comparte un pista enigmática pero de enorme trascendencia.
La banda tiene un nuevo objetivo: las iglesias. El tiempo juega en su contra, así que toca aplicar el divide y vencerás. Pero librarse de sus perseguidores no será fácil.
Tras sufrir un grave contratiempo, el grupo debe averiguar si existe un traidor entre sus filas… y las pesquisas acaban sacando a la luz más de un secreto.
Mientras las dudas se apoderan de Miguel, Wilson lo anima a proseguir con la aventura. ¿De verdad está escrito en las estrellas que darán con el paradero del tesoro?
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