Crítica de La Horca (The Gallows): Buenas intenciones
En diferentes entrevistas, el director Travis Cluff revela cómo decidió con su esposa que invertiría en una película para intentar pagar sus deudas, cómo conoció a Chris Lofing (co-director) en un gimnasio en Los Angeles, o cómo ambos prepararon con apenas 250 dólares un tráiler que posteriormente se convertiría en "La Horca" (The Gallows).
Son estos factores y los lances del azar de la típica historia de terror de bajísimo presupuesto los que hacen brillar los ojos de los ejecutivos de Hollywood. Adquirida por Jason Blum, productor de Paranormal Activity, y respaldada por Warner Bros., el proyecto final tendría un costo de unos 100.000 dólares para convertirse en un largometraje que ha conseguido recaudar hasta la fecha, más de 30 millones de dólares en todo el mundo.
En la gran pantalla, La Horca posee algunos elementos que sugieren una visión limpia y una sensibilidad propias del nuevo cineasta cuyo amateurismo todavía no ha sido contaminado por las expectativas de la industria, pero con ellos vienen también los errores del principiante.
La trama nos sitúa en la ciudad natal de Lofing, Beatrice, en Nebraska, 20 años después de una tragedia sucedida en el montaje teatral de la obra "The Gallows" (La horca) en un colegio de secundaria, cuando uno de los estudiantes actores se ahorca accidentalmente con la horca del título. Ahora, el mismo instituto decide resucitar la obra con motivo del aniversario de la tragedia. Tres amigos, Reese (Reese Mishler), Cassidy (Cassidy Gifford) y Ryan (Ryan Shoos) van a participar en la obra, pero a regañadientes.
Tras descubrir una puerta sin bloquear, Ryan propone a sus amigos entrar en la escuela por la noche y destruir el escenario para que la obra sea cancelada. Una vez allí, los amigos terminan tropezando con la protagonista de la obra, Pfeifer (Pfeifer Brown), y entonces, cosas extrañas comienzan a ocurrir, dando la impresión de que alguien sigue a los cuatro estudiantes…
Con una buena campaña de marketing (aunque en España quizás no haya tenido la difusión que sí ha tenido en otros países), La Horca consiguió ganar la atención de muchos, aunque tan sólo fuese por lo menos para conocer el nombre de la película.
Desgraciadamente, el suspense nos trae nuevamente un found footage, que últimamente está saturando el género del terror. Aún así, el largo consigue sorprender bastante a juzgar por su bajísimo presupuesto y la inexperiencia tanto de sus directores como de algunos de sus actores. La trama está bien desarrollada, y además han sido capaces de crear con brillantez las escenas de tensión de la película, produciendo algunos sustos bastante logrados.
Los cuatro actores principales (prácticamente debutantes en el cine) incluso consiguen convencer, pero tampoco nos presentan nada que no hayamos visto anteriormente en otra película de terror y suspense. La banda sonora es prácticamente inexistente, algo válido ya que se trata de un filme de terror y suspense, y con el sonido ambiente, la tensión se termina mezclando con la psicología y nos pone más tensos y aprensivos con aquello que está por venir.
Pero lo que realmente estropea "La Horca" son sus momentos finales. Podemos decir que la película está bastante bien desarrollada, consigue dar algunos sustos y nos da un supuesto fin interesante y misterioso hasta cierto punto. Pero el problema es que la película se prolonga 5 o 10 minutos más de lo que debería, trayéndonos una escena ridícula para su final y haciendo que todo aquello que vimos y nos gustaba se torne en más de lo mismo y sea fácilmente olvidado horas o minutos más tarde.
Actualmente los géneros de terror y suspense carecen de buenas historias y de producciones bien hechas, y el found footage se está volviendo repetitivo. Aún así, La Horca consigue entretener al espectador, hasta que nos ofrece un final ridículo. De todas formas, Travis Cluff y Chris Lofing son dos nombres a seguir de cerca. Estaremos atentos.