Crítica de Estado Eléctrico: Espectáculo visual con alma mecánica
Desde "Vengadores: Endgame", los seguidores de los hermanos Joe y Anthony Russo han esperado con ansias un nuevo proyecto realmente impactante de los directores. Sin embargo, sus producciones posteriores han tenido resultados desiguales. "Cherry", el drama de Apple TV+ protagonizado por Tom Holland, no logró el éxito esperado.
En Netflix, dirigieron la multimillonaria "El agente invisible", con un elenco de lujo encabezado por Chris Evans, Ryan Gosling y Ana de Armas. Aunque la crítica se mostró dividida, los números del streaming respaldan su alcance: desde su estreno en 2022, se mantiene como el séptimo título original más visto de la plataforma, con más de 130 millones de visualizaciones. Como productores, los Russo estuvieron detrás de uno de los grandes éxitos de la pandemia, la adrenalínica "Tyler Rake" con Chris Hemsworth, además de ser parte del fenómeno ganador del Oscar "Todo a la vez en todas partes".
En julio de 2024, una noticia sacudió el mundo del cine: los hermanos Russo regresarán a Marvel para dirigir dos nuevas entregas de "Vengadores", con Robert Downey Jr. interpretando nada menos que al villano Doctor Doom. En medio de este revuelo, quedó en segundo plano "Estado Eléctrico", la adaptación de la novela gráfica de Simon Stålenhag, un proyecto anunciado en 2017 con Andy Muschietti (Flash) inicialmente en la dirección. Tras varios cambios de estudio y un trágico accidente en el set que pausó la producción en 2022, finalmente el filme ha visto la luz en Netflix. Y lo ha hecho con un elenco que cualquier estudio envidiaría: Chris Pratt, Millie Bobby Brown, Stanley Tucci, Giancarlo Esposito, Jason Alexander, Ke Huy Quan y las voces originales de Woody Harrelson, Anthony Mackie, Brian Cox y Colman Domingo.
Lo positivo es que, pese a los obstáculos en su producción, "Estado Eléctrico" ha llegado al streaming como una opción atractiva para el público joven o quienes buscan una aventura ligera para el fin de semana. Con una estética que recuerda a "Stranger Things" y otras historias que juegan con la nostalgia, el filme apuesta por una banda sonora cargada de clásicos, referencias pop y, por supuesto, un reparto repleto de estrellas. A diferencia de muchas producciones para streaming, esta tiene el aspecto de un blockbuster. Con un presupuesto estimado en 320 millones de dólares, su valor de producción se hace evidente, especialmente en su mayor fortaleza: los robots.
La historia sigue a Michelle (Millie Bobby Brown), una adolescente huérfana que emprende un viaje por carretera con un robot misterioso (Alan Tudyk) que guarda un secreto: sabe dónde encontrar a su hermano, a quien ella creía muerto. Como en toda historia de maduración y viaje del héroe, Michelle conocerá personajes que la ayudarán en su aventura, incluyendo a un contrabandista interpretado por Chris Pratt y su asistente Herman (voz de Anthony Mackie). En el trasfondo, una megacorporación controla a la humanidad mediante enlaces electrónicos con la mente, tras haber sido clave en una guerra entre humanos y robots. Y, como era de esperar, son los antagonistas de la historia.
Visualmente, los robots son el gran acierto de la película. Con un diseño que mezcla animatrónicos inspirados en parques temáticos con el estilo de la película animada "Robots", estos seres mecánicos aportan el mayor carisma al relato. Mientras Pratt, Brown, Tucci y Esposito cumplen con roles familiares, es en los autómatas donde la historia encuentra su verdadero corazón. Cosmo (Tudyk), Herman (Mackie), Popfly (Cox) y Mr. Peanut (Harrelson) están diseñados con un nivel de detalle impresionante, cada uno con una personalidad bien definida y un papel claro dentro de la trama. Mr. Peanut, el líder de los robots en el pasado, encarna al sabio en el exilio; Herman es el guerrero impulsivo; Popfly, el general retirado. Un esquema clásico, pero efectivo cuando estos personajes comparten pantalla.
La historia también se apoya en temas de actualidad sin profundizar demasiado: inteligencia artificial, el control de las grandes corporaciones, conflictos bélicos y la segregación de poblaciones. Aunque no ofrece reflexiones al estilo de Philip K. Dick o Isaac Asimov, el guion de Christopher Markus y Stephen McFeely (colaboradores habituales de los Russo) introduce estos elementos con la ligereza necesaria para que encajen en una aventura accesible.
"Estado Eléctrico" toma referencias de diversas fuentes, desde "Yo, Robot" hasta el cine de aventuras de los años 90. Sin embargo, en su intento por abarcar tanto, pierde algo de identidad propia. Un aspecto que podría haber enriquecido la trama es el trasfondo de la guerra pasada entre humanos y máquinas, que apenas se explora. No obstante, los fans de la novela gráfica disfrutarán con la fidelidad de sus paisajes y el diseño de los androides. En cuanto a los actores, hacen su trabajo con solvencia, pero sin sorpresas. Son los personajes digitales los que realmente dan alma a la historia, consiguiendo que nos impliquemos con su destino.
En definitiva, "Estado Eléctrico" es un espectáculo visual con una narrativa funcional, que aunque no reinventa el género, logra entretener con solidez. Una apuesta segura para quienes buscan una aventura con aire nostálgico y una buena dosis de ciencia ficción accesible.