Crítica de Carol
Ambientada en los años 50, Carol nos relata la tediosa vida de Therese (Rooney Mara), una chica común que tiene el sueño de ser fotógrafa, pero sobrevive siendo vendedora en una tienda de juguetes. Cierto día conoce a Carol (Cate Blanchett), una mujer mayor que ella, con una elegancia incuestionable.
Una conexión inmediata nace entre las dos mujeres, y la inocencia del primer encuentro da paso a una relación más profunda... Han pasado ya 10 años desde el estreno de Brokeback Mountain, una película que en su época fue la favorita para el Oscar justamente por la temática gay, algo que todavía estaba poco presente en el cine y en las películas en general, pero el premio se lo llevó Crash, a la que algunos comenzaron a odiar por causa de ello.
Pero entonces en 2013 llegó "La vida de Adèle", que abordaba la temática gay (lesbianismo en este caso) e intentó llegar al Oscar a Mejor Película Extranjera, pero de nuevo sin éxito. Y en 2015 tenemos "Carol".
Carol debe ser más comparada con Brokeback Mountain, justamente por la forma en cómo ha sido construída. Toda la trama es muy meticulosa y no tiene prisa en que aparezca la relación homosexual, y siendo así, termina por construír lo más importante, que es justamente el amor entre dos personas.
Brokeback Mountain había hecho eso a la perfección, dando un fondo a sus personajes y profundizando todavía más cuando las relaciones sucedían, y Carol termina yendo en la misma onda, talvez incluso menos apresurada, desarrollando cada uno de sus personajes, mostrando sus vidas, que junto con la dirección artística, consiguen trasladarnos a los 50s, una época en la que ser gay era algo terrible para la sociedad.
Todo lo que Carol hace es en pro de la creación de un romance sensible y honesto que muchas películas románticas al estilo Nicholas Sparks no logran conseguir. Y al terminar la película, la tristeza puede ser algo presente dentro de ti, pero al mismo tiempo, también tenemos alegría, sentimos una leve felicidad que nos hace sonreir de forma sincera y afectuosa, que es justamente lo que la película consigue porque construye un mundo en el que todo ocurre con complicidad, sin prisa y con numerosos intercambios de miradas que dicen más que muchos diálogos. Pero para que todo esto funcionara, eran necesarias dos grandes actrices.
Con certeza, Cate Blanchett tendrá su nominación al Oscar y tiene muchas posibilidades de llevarse el premio, con un personaje único, sexy y seductor. Por otro lado tenemos a Rooney Mara, espectacular en su papel de una chica joven, ingenua y que todavía no sabe muy bien lo que esperar del mundo, y este personaje somos nosotros que estamos descubriendo todo, toda esa obra junto a esta bonita historia, junto a Therese. Como ya he dicho, cuenta con una dirección artística que ambienta la época de manera perfecta.
Este dulce aire que la película quiere que respiremos necesitaba una bella banda sonora, orquestal y original, justamente lo que nos ofrecen, junto con la inmensa participación del piano y los violines. La academia le debe un Oscar a Brokeback Mountain, y por mucho que Carol sea única y no necesite ninguna comparación con otra película, puede ser que el premio que se lleve sea más político que otra cosa.
Aún así, Carol es un romance hermoso, sincero y sensual que nos deja a cada segundo más apasionados, tanto por su maravillosa historia como por su impecable calidad.