Orphan Black: Crítica de la cuarta temporada

La gran mayoría de series de ficción científica suele tener problemas de comunicación con el público. Términos científicos y libertades poéticas se mezclan en una ensalada de referencias que puede resultar complicada de seguir en algunos casos, y en la mayor parte de los ejemplos, la dinámica es la misma: los detalles de la mitología empiezan a aparecer lentamente en el primer año y en el segundo, nuevos elementos atraviesan el ritmo y empiezan a distanciarse del espectador.

No existe nada más eficiente para provocar el desinterés del público que dejar de preocuparse si él está entendiendo o no lo que estás narrando. Esto fué exactamente lo que sucedió entre la segunda y tercera temporada de Orphan Black, que resolvió jugar con tanta información en medio de la trama, que el debilitamiento de la credibilidad fué inevitable.

El instituto Dyad, los Proletheans, Neolution... aquello parecía no encajar bien en los episodios y los guionistas hablaron de la necesidad de volver a conectar la historia con el espectador.

Orphan Black

Con los errores asumidos y corregidos, los creadores tuvieron un año para planear cómo hacer una buena cuarta temporada, que no se dejase seducir completamente por la libertad del género, evitando una verborrea innecesaria. Así, enfocándose en lo que habían iniciado en el primer año, la serie fué reconducida y recuperó elementos que habían funcionado entonces, regresando a eventos que sucedieron incluso antes del episodio piloto, con la intención de abducir a los fans que todavía resistían. Y dió en el clavo... para que se quedaran, la cuarta temporada fué sin duda una de las mejores de la serie.

La noticia de que la quinta temporada será la última ha sido recibida con entusiasmo por la mayoría de los fans, y parece ser el movimiento más sensato para proteger el buen momento de la serie, sabiendo que sólo habrá una temporada más para finalizar todas las tramas y explorar las últimas posibilidades.

Esperamos por lo menos algún nuevo clon para este último ciclo y una trama con el nivel que hemos visto hasta ahora. Orphan Black, repleta de personajes femeninos poderosos, con una actriz insuperable y una inteligencia notable, tiene ya su lugar en el hall de producciones que reiteran un discurso de igualdad cada vez más importante y más necesario.

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