Doctor Who: Crítica de la novena temporada

La novena temporada de Doctor Who estuvo rodeada por la adversidad. La serie, que ya venía de dos temporadas muy flojas y un siempre traumático cambio de Doctor, todavía tendría que lidiar con la despedida de Clara Oswald, una de las companions más longevas de la era moderna, y con una salida de Jenna Coleman que había sido anunciada incluso antes del primer episodio. Frente a tal desafío, Steven Moffat y compañía idearon una nueva arma: episodios dobles.

Peter Capaldi es el Doctor

Atención: Si continúas leyendo podrías encontrar spoilers de la novena temporada, por lo que si todavía no la has visto, te recomiendo que detengas la lectura aquí, y regreses tras ver los episodios.

Fue un gran cambio para una serie que siempre tuvo como característica diferenciadora la capacidad de condensar tramas complejas en un solo episodio. Como toda gran reestructuración, algunos cambios tuvieron éxito y otros no tanto. En la mayoría de los episodios dobles, era visible la pérdida de calidad en la segunda parte, y la más pronunciada pudimos verla justo al principio.

En "The Magician's Apprentice", un personaje con peso suficiente como para hacer su aparición en un final de temporada y con las revelaciones sobre el origen de Davros, el creador de los Daleks, terminó con una resolución una tanto tosca en "The Witch's Familiar", cuando se descubrió que su nuevo destornillador sónico eran sus gafas de sol. Cuando el guión no ayudaba, felizmente, los actores estaban ahí para hacer su trabajo.

La novena temporada de Doctor Who tiene posiblemente algunas de las mejores actuaciones de la era moderna. Desde Clara recibiendo a la muerte con los brazos abiertos en "Face the Raven" a la transformación de la inocente Ashildr en la amargada Yo (Maisie Williams) en "The Girl Who Died" / "The Woman Who Lived", sin olvidarnos por supuesto de Missy (Michelle Gomez). Todos estos personajes tuvieron su oportunidad de brillar y lo hicieron de manera espectacular.

Maisie Williams como Ashildr en Doctor Who

De entre todos ellos, por supuesto, quien más brilla es Peter Capaldi. Liberado de las limitaciones de una temporada de transición, el escocés dejó a un lado la crisis de identidad, rompió de una vez con los gestos de sus predecesores más jóvenes y sacó a resolucir a un Doctor con un tono completamente suyo, con una pose de estrella del rock que combina perfectamente con su carácter hosco. Es en la actuación de Capaldi donde encontramos todos los puntos altos de esta nueva temporada. Con su discurso antibélico ("¿Cuánta sangre necesita ser derramada hasta que el mundo decida hacer lo que debería haber hecho desde el principio, sentarse y hablar?") el escocés consigue salvar "The Zygon Invasion" / "The Zygon Inversion", la continuación del emblemático "Day of the Doctor" y uno de los episodios más importantes de la temporada.

Pero es en "Heaven Sent", el penúltimo episodio de la temporada en el que Capaldi disipa cualquier tipo de duda que todavía pudiésemos tener acerca de su elección para el papel. De luto por la muerte de Clara y prisionero en un castillo, el escocés carga el solo y durante 45 minutos con una dramática lucha de cuatro mil millones de años para liberarse de su prisión y salvar a su amiga. La brillante actuación de Capaldi, junto con un excelente montaje, convierte este episodio en uno de los mejores de la era moderna de Doctor Who.

La novena temporada de Doctor Who asumió riesgos y, mientras que algunos episodios no han sido todo lo buenos que esperábamos, la apuesta consiguió finalmente el éxito y logró darnos momentos memorables del duodécimo doctor. Después de todo, sin Clara (y, como todo parece indicar, sin Ashildr ni Missy), será él el responsable de conducir la serie a un imprevisible próximo año.

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