Crítica de Invasión Secreta

Con el estreno de “Capitana Marvel” en 2019 llegaron los skrulls al UCM, con una presentación en la que hubo un intento de deconstruir la idea de la naturaleza hostil de la raza en los cómics, lo cual es bienvenido a pesar de la calidad de la historia. A partir de ahí, muchos se cuestionaron si uno de los arcos más importantes que involucran a los skrulls sería llevado algún día a las pantallas y, obviamente, el tema aquí es “Invasión Secreta”. Ha llegado, y Nick Furia ha sido el elegido para llevar adelante la trama de la conspiración alienígena.

La serie entra con un primer episodio muy sólido al presentar los peligros que un levantamiento de extraterrestres que cambian de forma podría causar en el planeta, además de dosificar bien los efectos que el fracaso personal de Furia con la seguridad mundial ha tenido en el personaje en los últimos años. Es un punto de partida intenso y convincente que logra un equilibrio entre lo que se siente natural para la gran narrativa en curso de la UCM y lo que funciona como un proyecto independiente, a la altura de la lógica del thriller de espías que se vendió en el proyecto.

Pero, ¿cuál es el punto de un thriller? La palabra Thriller se utiliza para enmarcar todo un género de relatos que predican el suspense, la tensión y muchas veces la desconfianza, logrando un atractivo que nace de la incertidumbre de lo que sucederá. Para tener algo de miedo en una historia, es importante que la sensación de peligro sea real, es decir, que la audiencia sienta que las consecuencias definitivas son posibles. Este parece ser el caso al comienzo de “Invasión Secreta”, pero es un sentimiento que desafortunadamente se desvanece en el transcurso de los episodios. La imprevisibilidad da paso a una comodidad y falta de intensidad que se ha convertido en un estándar para las series de Marvel Studios.

El reparto de este proyecto es excelente, ya sea Olivia Colman interpretando a Sonya Falsworth, la rival de Furia en el juego de espías que involucra a los Skrulls, ya sea que Ben Mendelsohn regrese como el líder alienígena Talos o Kingsley Ben-Adir como el principal antagonista Gravik, la serie está bien servida de talento en este sentido, pero ni siquiera ellos pudieron evitar que otro guion que se contentara con lo mínimo indispensable llegara a su conclusión.

Nick Furia inicia la serie de una manera y prácticamente no tiene cambios en su personaje al final, quizás el personaje de Emilia Clarke es el que más transformación sufre a lo largo de la historia y sin embargo no llega a ser en un sentido que realmente aporte algo de comprensión a lo que se puso en juego en sus primeros episodios. Incluso el episodio final sugiere que la conclusión de un tema que surge de manera secundaria en la trama merece un cierre más digno que su dilema principal.

Invasión Secreta” llegó con el potencial de convertirse en un destaque para el catálogo del UCM, pero lamentablemente termina siendo un proyecto más que se pierde en sus propios esquemas y limitaciones. Fue bueno finalmente darle a Nick Furia más tiempo y protagonismo, especialmente en un escenario de discusión tan rico, pero la sensación que queda es de un momento más que tendría todo para ser un hito en este nicho, pero termina entregando algo a mitad de camino.

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